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El coche diésel está en horas bajas. Ahora la justicia alemana ha dado vía libre para que se prohiban este tipo de vehículos en la ciudad. En concreto, ha sido el Tribunal Administrativo de Alemania el que consideró que los ayuntamientos del país pueden vetar el uso de vehículos diésel en ciudades con altos niveles de contaminación.
Esta vía libre entra dentro de un plan para mejorar la calidad del aire, algo que se aplicará sobre todo en determinadas zonas urbanas de la ciudad. De este modo, el Tribunal Superior ha fallado que las ciudades deberán llevar a cabo estas medidas con proporcionalidad.
Para ello en Alemania se ha dado un plazo de transición a través del cual se hará una aplicación gradual de las prohibiciones a los vehículos más contaminantes, hay que tener en cuenta que es una medida que afecta a nada menos que un total de 10 millones de vehículos.
En determinadas ciudades como la de Stuttgart el acceso de coches diésel no se podrá vetar hasta el próximo mes de septiembre, estableciéndose excepciones para quienes utilizan el vehículo por razones de trabajo, como distribuidores de mercancías.
Sin duda alguna, se trata de una sentencia pionera que obligará a la industria del motor a replantearse el modo de reducir la polución. Una medida que no ha caído bien a los fabricantes del sector pero que, a juzgar por los datos, es más que necesaria. Hay que tener en cuenta que un total de 70 ciudades alemanas registran niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) superiores al límite de 40 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico de aire, tope fijado en Europa.
Estos gases pueden dañar las vías respiratorias y los ojos y también pueden originar problemas cardiovasculares y pulmonares, por lo que al final es una mejora que nos afecta a todos y que habrá que ir asumiendo en los próximos años.
